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Muchas veces se oye que no es necesario aprender a dar el pecho, que es algo instintivo. Y sí, es instintivo para el bebé, pero no para la madre. La cultura del biberón ha hecho que hayamos crecido sin el patrón cultural adecuado y por ello es importante informarnos, todo cuanto podamos, antes de que llegue el momento.

Es muy común encontrarnos, en las consultas de las matronas, en la consulta de los obstetras y en los hospitales infantiles, carteles divulgativos sobre los beneficios de la leche materna.  Y aunque estos carteles transmiten información valiosa, no son suficientes. El hecho de haber crecido viendo a otras mujeres dando biberón a sus hijos, e incluso jugando a darle biberón a nuestras muñecas, ha hecho que sea eso lo que esté grabado en nuestra retina, afectando incluso, a la forma en que colocan muchas madres a su bebé al pecho.

Además, de la carencia del patrón cultural adecuado, existen innumerables mitos en torno a la lactancia. Mitos que están tan extendidos que los damos por buenos por el simple hecho de haberlos oído una y otra vez:

Mi madre dice que tuvo que darme biberón porque yo me quedaba con hambre…

– Mi hermana y mi tía se quedaron sin leche a los 3 meses…

– El pediatra le dijo a mi prima que diera leche de fórmula porque su leche era muy aguada…

– Al bebé de mi vecina le sentaba mal su leche porque ella era muy nerviosa…

¿Cuántas veces has oído frases como estas? ¿Temes que pueda pasarte lo mismo? Si las respuestas a estas preguntas son afirmativas o estás esperando un bebé, te recomiendo que te informes lo antes posible, si puedes hacerlo durante el embarazo, mucho mejor. Es sumamente importante saber cómo funciona nuestro pecho, cómo se regula y se ajusta la producción de leche, qué obstáculos puedes encontrar según la etapa de crecimiento de tu bebé, saber qué herramientas tienes para poder sortear los obstáculos y sobre todo, aprender y conocer de las experiencias de otras madres. Ver cómo ellas superan sus propios obstáculos, ver cómo colocan a sus bebés al pecho, ver qué lo mismo que te pasa a ti también le pasa a otras mamis, te aseguro que ayuda, ayuda muchísimo, sobre todo, cuándo estás en medio del puerperio. En esa etapa, las hormonas están en una montaña rusa que nos hacen sentir muchas cosas al mismo tiempo. Si no tienes la información correcta antes de llegar a esta etapa, y antes de encontrarte con los primeros obstáculos, es muy posible que no tomes la decisión más acertada.  Para ver a otras madres, no hay nada mejor que acudir a Grupos de Apoyo a la Lactancia Materna. Si empiezas a acudir antes de dar a luz muchísimo mejor.

Te recomiendo también que te informes a través de la lectura. Si lo haces en la red, por favor, asegúrate de hacerlo en webs especializadas, asegúrate de que contengan información veraz y actualizada. Hazte con libros confiables que te den información amplia y detallada sobre la lactancia materna y su funcionamiento. Al pie de éste post te muestro un listado de algunos que son mucho más que recomendables.

Visita las páginas oficiales de la OMS,  de Unicef,  de la Asociación Española de Pediatría… conoce cuáles son sus recomendaciones.

Recuerda, por último, algo súper importante: Tu pediatra, podría no estar al tanto de dichas recomendaciones o incluso peor, puede que ni siquiera conozca el funcionamiento de nuestro pecho. Por tanto, podría darte pautas erróneas que añadan obstáculos a tu lactancia. En una próxima entrada te contaré cómo reconocer a un pediatra que no sea pro-lactancia.